Baez quiso eludir un embargo pero no pudo
Por Lucía Salinas para Clarín.
El empresario detenido por lavado de dinero había alquilado su estación de servicio YPF sobre calle San Martín, pese a la inhibición que pesaba sobre la misma. El Juez Ercolini intervino y embargó dicho alquiler e intimó al nuevo responsable.
El juez Julián Ercolini decidió afectar al embargo decretado en la causa Hotesur SA (empresa hotelera de la familia Kirchner) los montos percibidos por Lázaro Báez por el alquiler de dos estaciones de servicio ubicadas en Río Gallegos, Santa Cruz. Además, intimó al dueño de Las Olas SRL, quien firmó el contrato con el empresario K a pesar de que las sociedades tenían medidas cautelares.
Pese a ser uno de los principales activos del Grupo Austral (más de $ 39 millones), las estaciones de servicio de Lázaro Báez dejaron de vender combustible hace meses. Sólo ofrecían golosinas y café, hasta que -según denunció en la justicia la abogada Silvina Martínez- el empresario reactivó desde la cárcel el millonario negocio: alquiló una de las estaciones ubicadas sobre la avenida Néstor Kirchner, por un valor que hoy supera el millón de pesos por mes.
Fariña amplió detalles sobre la empresa de Báez y los vínculos con Kirchner
Cuando las estaciones de servicio Don Francisco y La Estación dejaron de funcionar, la explicación oficial fue que una traba con el Impuesto a la Transferencia de la Combustibles (ITC) y los problemas financieros del grupo, con su dueño preso hace más de 18 meses, impedían continuar con el negocio. Báez logró alquilar una de las empresas administradoras de las estaciones.
Sobre la avenida Presidente Néstor Kirchner al 1600, en una esquina destacada, se encuentra una de las estaciones de servicio que adquirió Báez durante la década K, en la que acumuló 1.412 propiedades y vehículos.
En esa estación de servicio que vendió combustible de Esso y después de Axion, los clientes que cargaban nafta se podían llevar gratis el diario Prensa Libre. Fue otra de las aventuras de Báez que terminó mal: con él preso y en medio de la debacle del holding, el periódico cerró. Ya no había ingresos por la obra pública vial nacional.
Las estaciones dejaron de vender combustible hace meses. Los conos de color naranja en la playa principal fueron el primer indicativo. Sólo se encuentra abierta la confitería y, por estos días, según señalaron desde la empresa que nuclea a las estaciones, se vendió café y golosinas. Esta estación fue valuada por el Tribunal de Tasaciones de la Nación en 11.9 millones de pesos.
Algo similar ocurrió con la YPF ubicada sobre la avenida San Martín, una de las arterias principales de la capital santacruceña. Es una de las más grandes de la ciudad. Tiene los expendedores con combustible, pero “no podemos vender porque deberíamos cobrar al precio de Buenos Aires y como hubo problemas con el ITC, nadie nos va a comprar a ese precio”, señalaron desde la empresa.
Con este frente de dificultades, es la segunda estación de Lázaro Báez que por estos días sólo vende café, golosinas y algún insumo para vehículos. La valuación de este predio, que es el más grande, fue oficialmente de 27,1 millones de pesos.
Para revertir este escenario y pese a las medidas cautelares impuestas por la Justicia, Báez logró reactivar el negocio. Las estaciones de servicio eran “uno de los pocos negocios que tiene actividad constante”, reconocieron desde el entorno familiar. Por ello, el empresario K decidió alquilarlas para que otra empresa las opere.
Margarita Stolbizer denunció dicho alquiler, considerando que no debería avanzarse al respecto por encontrarse las empresas -como el propio Báez- inhibidos por la Justicia. En consecuencia, el fiscal Pollicita pidió el embargo inmediato del movimiento de dinero, algo que ordenó Ercolini.
El contrato de locación se suscribió entre la empresa Don Francisco SA, representada por Ricardo Suárez, y Las Olas SRL, representada por Yodet Nallar, en relación con la estación de servicio cita en avenida San Martin 1250 de la Ciudad de Río Gallegos. Al titular de la empresa que administra las estaciones de servicios, el juez Ercolini le solicitó una serie de facturaciones e informes.
El contrato se firmó el 21 de mayo de 2018 y es por 5 años: desde el 21 de abril de 2018 hasta el 28 de febrero de 2023. Se determinó que el inmueble será destinado para la venta de combustibles y lubricantes exclusivamente de la línea YPF y, como pago de canon locativo, se fija que los primeros 12 meses se abonara mensualmente el equivalente a 30.000 litros de nafta súper. A valores actuales, este año el pago superaría el millón cien mil pesos.
Para el segundo año, el contrato aumenta al equivalente a 36.000 litros de nafta súper y del tercer al quinto año se abonará el equivalente a 40.000 litros de nafta súper. Se establece también la transferencia del personal a favor del inquilino.
Estas empresas fueron inhibidas en la causa Hotesur SA por pedido del fiscal Pollicita, al ser parte del grupo de firmas que contrataron habitaciones de los hoteles de Cristina Kirchner “para simular canalizar los fondos ilegítimamente recibidos del Estado mediante contratos simulados”.
Las estaciones de servicio
Estos negocios se encuentran nucleadas en la firma La Estación SA, cuyos principales accionistas en partes iguales son Lázaro y Martín Báez (el mayor de los hijos varones). Esta empresa es administrada por Jorge Bringas, investigado por la Unidad de Investigación Financiera (UIF) por operaciones comerciales donde “no se puede justificar el movimiento de dinero”, según el informe. Es el responsable de manejar las dos estaciones, que también se utilizaron para alquilar habitaciones de los hoteles de Cristina Kirchner.
El ex valijero arrepentido Leonardo Fariña indicó en su declaración ante la Justicia que en estas estaciones de servicio se realizaban sobrefacturaciones a nombre de las empresas de Báez.