Campillo seguirá preso y Bonadío activó lista “Clarens”
Claudio Bonadio ordenó ayer más de 80 procedimientos simultáneos en el marco de la mega causa de corrupción. Campillo ya es un “imputado colaborador” pero se le denegó la excarcelación. En tanto, luego de ser detenido, otro ex secretario de CFK, Isidro Bounine, negó las acusaciones en su contra.
Claudio Bonadio aceptó la incorporación de Juan Manuel Campillo como testigo colaborador y ordenó ordenó la detención del ex secretario presidencial (hasta 2011) de Cristina Kirchner, Isidro Bounine.
Eso se concretó el miércoles y ayer fue llevado a declarar a Comorodo Py. Bounine rechazó los cargos en su contra, más allá de que reconoció haber tenido contacto con Campillo. Desmintió haber pagado 200 mil euros como el ex ministro de Santa Cruz había afirmado. Por ahora seguirá detenido.
Según Campillo, Bounine lo convocó para participar de las operaciones de venta de los inmuebles de Daniel Muñoz en los Estados Unidos y le pagó 200.000 euros por viajar a dicho país a concretarlo.
Pero dijo que, una vez allá, se encontró conque la operación ya estaba en manos del abogado Miguel Ángel Plo, letrado de confianza del matrimonio Muñoz, por lo que no pudo avanzar más.
Búsqueda de información
Más allá de la detención de Bounine, Bonadio también 82 “órdenes de presentación” para buscar documentación de más de 70 empresas vinculadas a la causa.
Uno de los lugares allanados fue la Cámara Argentina de la Construcción. Allí pidió informes sobre autoridades y balances de las empresas asociadas, algo que el titular de la CAC reconoció se cumplió “parcialmente”.
Sobre el resto de las 82 medidas de prueba hay secreto de sumario, sólo se supo que surgieron de la declaración como “imputados colaboradores” tanto de Campillo como de Ernesto Clarens, financista muy cercano a los Kirchner,