Santa Cruz apuesta al hidrógeno verde: avanzan proyectos estratégicos en Puerto Deseado
En el marco de un acuerdo público-privado internacional, la provincia impulsa un ambicioso plan para producir y exportar hidrógeno y amoníaco verdes desde sus puertos atlánticos.
Con una mirada puesta en el futuro energético y la transición hacia fuentes limpias, Santa Cruz fue sede esta semana del evento “Diálogos sobre Hidrógeno Verde”, organizado por la empresa RP Global con el respaldo del Gobierno Provincial. La jornada tuvo lugar en Puerto Deseado, uno de los puntos estratégicos donde se proyecta desarrollar el primer emprendimiento público-privado de hidrógeno verde en el país.
El evento reunió a autoridades locales, técnicos y referentes del sector energético para debatir el potencial santacruceño en este nuevo vector energético. El intendente de Puerto Deseado, Juan Raúl Martínez, remarcó la importancia de avanzar con planificación, responsabilidad y articulación entre Estado, empresas y comunidad, frente a una oportunidad histórica para la provincia.
El proyecto Gaucho: un hito energético nacional
El eje del encuentro fue la presentación del proyecto “Gaucho: Wind to Hydrogen & Green Ammonia”, que prevé la generación de 8.777 MW de energía eólica y 6.236 MW de electrólisis, para producir anualmente 0,62 millones de toneladas de hidrógeno verde y 3,51 millones de toneladas de amoníaco verde.

El plan, impulsado con inversiones europeas, cuenta con la participación de RP Global, la organización alemana GIZ y el Ministerio de Energía y Minería de Santa Cruz. Fue lanzado oficialmente el 25 de noviembre de 2024 y se desarrollará en cercanías de Puerto Deseado y Punta Quilla, aprovechando la estratégica ubicación de sus puertos para la exportación.
Se proyecta que gran parte del amoníaco verde se exporte a Alemania y otros países europeos, donde será utilizado como combustible limpio y como insumo para la industria química. También se contempla abastecer al mercado interno, apuntalando la descarbonización de sectores como la siderurgia, petroquímica y refinación.
Además, el acuerdo prevé estudios técnicos y económicos integrales para garantizar la viabilidad del proyecto, con el objetivo de posicionar a Argentina como un actor emergente en el mapa global de la transición energética.