Crisis en el Golfo San Jorge: la perforación de nuevos pozos petroleros se vuelve antieconómica

Altos costos, presión impositiva y un marco laboral rígido ponen en jaque la producción de petróleo convencional en Chubut y Santa Cruz.


Costos insostenibles en los campos maduros

Los campos maduros de Chubut y Santa Cruz atraviesan una crisis profunda. Un relevamiento de EconoJournal revela que, debido a altos costos operativos, presión impositiva, competencia con el shale de Vaca Muerta y un marco laboral inflexible, la perforación de nuevos pozos se torna inviable económicamente.

El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, anunció la convocatoria a un acuerdo de competitividad para enfrentar los desafíos de sostenibilidad en los yacimientos convencionales, aunque todavía no existen negociaciones concretas entre el sector público, privado y sindical.


Números críticos que complican la rentabilidad

Un pozo tipo en el Golfo San Jorge, que produce 100.000 barriles a lo largo de su vida útil, enfrenta un costo de desarrollo de US$ 20 por barril, al que se suman costos de operación y mantenimiento (Opex) de US$ 35, regalías provinciales de US$ 9,50, retenciones del 8% e Ingresos Brutos del 3%.

El costo total supera los US$ 71 por barril, mientras el precio de venta no logra compensarlo, a pesar de que el crudo pesado local se paga un 10% por encima del Brent.


El peso del Opex y la presión laboral

Según fuentes del sector, el Opex promedio en campos maduros debería estar en torno a los 25/30 dólares por barril, como ocurre en Estados Unidos, pero en Santa Cruz alcanza hasta 50 dólares, dificultando aún más la viabilidad.

Varias empresas de servicios petroleros cerraron operaciones en los últimos meses, agravando el riesgo de una descomposición del sector en la región.


Medidas urgentes en discusión

Frente a este escenario, el sector petrolero plantea varias reformas:

  • Revisión fiscal: reducción de regalías en campos maduros y eliminación de Ingresos Brutos para perforación y proveedores.
  • Reformas laborales: creación de un régimen sindical diferenciado para campos maduros, promoviendo cuadrillas multifunción con mayor productividad.
  • Facilitación de crédito: acceso a financiamiento competitivo para proyectos convencionales, que hoy pierden frente a las inversiones en Vaca Muerta.

La meta, según Torres, es “ralentizar el declino de producción” y lograr “empezar a producir más”, en un contexto donde la falta de acción podría llevar al desplome de la actividad en provincias que no tienen el “maná” de Vaca Muerta.

Fuente: EconoJournal

Redaccion

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