Paro pesquero total: fracaso paritario, buques amarrados y el SOMU en pie de guerra

La crisis en la pesca del langostino congelado a bordo se agudiza tras el fracaso de la paritaria. Más de treinta empresas mantienen sus barcos en puerto y el SOMU declaró la libertad de acción.


La industria pesquera argentina, especialmente el segmento del langostino congelado a bordo, atraviesa una crisis estructural que se profundizó en mayo de 2025. Tras el fracaso de la negociación paritaria, más de 30 empresas decidieron mantener sus buques amarrados hasta que se modifiquen los valores de producción vigentes.

El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) rechazó la propuesta empresarial que incluía un ajuste salarial escalonado y una fuerte baja del 30% en el premio por productividad, y se declaró en libertad de acción, dejando abierta la posibilidad de medidas gremiales.


Acuerdo empresarial en Barcelona: paro total

La decisión de paralizar la flota fue tomada por empresarios argentinos en una reunión previa a la Seafood Expo Global, en Barcelona, donde coincidieron en que las condiciones actuales son inviables para sostener la actividad con rentabilidad.

La propuesta que las cámaras presentarán ante el Ministerio de Trabajo contempla una reducción del 30% en los valores del premio por tonelada y producción, argumentando que el sector sufre una rentabilidad negativa del 15% desde hace más de cuatro años.


Empresarios sin margen

“El sector no tiene más margen”, advirtió Agustín de la Fuente, presidente de CAPIP, quien apuntó que la rentabilidad está comprometida por una estructura de costos rígida y precios internacionales deprimidos.

Desde Conarpesa, Fernando Álvarez Castellanos defendió la necesidad de una postura unificada para negociar con el Estado y los gremios. En tanto, Antonio Solimeno confirmó que las empresas formalizarán su propuesta al Gobierno para destrabar el conflicto.


Flota paralizada y alerta máxima

Los barcos permanecen amarrados, sin operaciones. La actividad está completamente paralizada mientras se espera un cambio en el esquema de pagos. Gustavo Casanova, del Grupo Arbumasa, alertó que “no hay más recursos disponibles” y que si no se ajustan los costos, “la actividad corre riesgo de desaparecer”.


Rechazo gremial y acusaciones de presión

En una audiencia en la Secretaría de Trabajo, el SOMU rechazó la propuesta empresarial. Su secretario de pesca, Juan Navarro, fue tajante: “No vamos a permitir tal rebaja. Esto es una medida extorsiva y no la vamos a aceptar”.

El sindicato denuncia que la propuesta no responde a la realidad de la actividad, y que busca forzar la baja de los salarios mediante presión económica y paralización de la actividad.


Búsqueda de soluciones y futuro incierto

Aunque el gremio se mantiene firme, algunos empresarios apuestan por alternativas como pagos mixtos, ajustes al básico o redefinición de los premios según rendimiento. Pero la clave, sostienen, es reducir el costo laboral por tonelada para garantizar la supervivencia del negocio.

El Ministerio de Trabajo será nuevamente el ámbito donde se intentará encontrar una salida, aunque la tensión entre las partes no cede.


El desafío del sector pesquero

La industria pesquera argentina se enfrenta a una encrucijada histórica. Con precios internacionales bajos y costos locales en alza, el negocio del langostino está al borde del colapso. Sin una solución estructural, los puertos seguirán inactivos y miles de trabajadores quedarán en incertidumbre.

La negociación entre el Estado, los gremios y las empresas será decisiva para el futuro inmediato del sector.

Fuente: La Opinión Austral

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