Argentina redobla su apuesta por el uranio: nuevos hallazgos en Malargüe y expansión en Neuquén
La empresa canadiense Blue Sky Uranium confirmó descubrimientos en el proyecto Corcovo, en Mendoza, y avanza con más de 480.000 hectáreas de exploración en la Patagonia. El uranio se afianza como pilar estratégico para la política energética nacional.
Argentina continúa fortaleciendo su estrategia para captar inversiones extranjeras en minerales críticos, y el uranio emerge como un recurso central en la agenda del gobierno de Javier Milei. Esta semana, la minera canadiense Blue Sky Uranium Corp. confirmó hallazgos prometedores de uranio en su proyecto Corcovo, ubicado en el Distrito Minero Occidental de Malargüe (MDMO), al sur de Mendoza, una región históricamente identificada por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) como de alto potencial uranífero.
Descubrimientos en Corcovo y apuesta ISR
Los resultados se basan en una revisión técnica inicial de 89 pozos petroleros históricos, que revelaron anomalías radiométricas en cuatro horizontes apilados. Según el CEO de Blue Sky, Nikolaos Cacos, estos datos constituyen “un gran paso hacia un segundo descubrimiento significativo para la compañía”, y abren la posibilidad de aplicar la tecnología de recuperación in situ (ISR), una técnica de bajo impacto ambiental que permite disolver y extraer el uranio sin remover tierra ni generar residuos sólidos.
Además de los datos ya analizados, la empresa confirmó la existencia de más de 200 perforaciones históricas y estudios sísmicos adicionales, que podrían robustecer la interpretación del yacimiento.

Presencia creciente en la cuenca neuquina
Junto a Corcovo, Blue Sky adquirió el proyecto Chihuidos, en Neuquén, sumando 60.000 hectáreas en exploración activa, y consolidando más de 480.000 hectáreas con potencial uranífero en Mendoza, Neuquén, Río Negro y Chubut.
Estas iniciativas forman parte de una estrategia a mediano y largo plazo para posicionar a la empresa como líder en el desarrollo de uranio en América del Sur, en sintonía con el impulso oficial para reactivar la minería como motor económico.
Uranio como recurso geopolítico
El presidente Milei ha declarado que el uranio es un recurso geopolítico, y que “habrá estadounidenses haciendo fila para comprarlo”. En esa línea, Argentina firmó un Memorando de Entendimiento con Estados Unidos para avanzar en la cooperación en minerales críticos, asegurando inversiones norteamericanas y el fortalecimiento de la cadena de suministro global.
El gobierno nacional también ha acelerado los procedimientos de aprobación de proyectos mineros en Mendoza, con el objetivo de atraer capitales y concretar la exploración en zonas como Malargüe, que podrían tener un rol clave en la autonomía energética argentina a través de la generación nuclear.
Además de Blue Sky, la minera Apeleg S.A. también informó descubrimientos de uranio y cobre en la misma región de Malargüe, luego de cateos exploratorios. El interés por el uranio argentino se reactiva tras años de inactividad, en un contexto internacional donde el mineral gana peso en las políticas energéticas limpias.
Fuente: Más Energía