La recuperación asistida gana terreno y ya explica más del 6% del petróleo argentino
Con un crecimiento sostenido desde 2019, las técnicas de recuperación asistida (EOR) se consolidan como una herramienta clave para extender la vida útil de los yacimientos maduros.
Hoy representan más del 6% del petróleo convencional y más del 2% de la producción total del país, marcando el renacer del crudo tradicional en el mapa energético argentino.
Más ingeniería, más petróleo
La recuperación asistida dejó de ser un concepto técnico para convertirse en un pilar silencioso de la producción petrolera. Según datos de la Secretaría de Energía de la Nación, en agosto de 2025 la producción proveniente de EOR alcanzó un promedio de 17.000 barriles diarios, ocho veces más que hace una década.
El principio es simple: cuando un yacimiento madura, gran parte del crudo queda atrapado en la roca. Para liberarlo, se emplean métodos como la inyección de vapor, gas, CO₂, polímeros o surfactantes, que aumentan la presión y mejoran la movilidad del petróleo. Con estas técnicas, el factor de recuperación puede elevarse del 25% típico de un campo convencional hasta superar el 50%, dependiendo de la formación.

Un mapa que vuelve a latir
El Golfo San Jorge concentra la mayor parte de los proyectos EOR del país, liderados por YPF, PAE, Tecpetrol, Pérez Companc y CAPSA. Entre los más destacados:
- Manantiales Behr (YPF) combina vapor y polímeros.
- Cañadón Dragón (PAE) utiliza inyección de agua y gas.
- El Tordillo (Tecpetrol) experimenta con polímeros.
- El Trébol–Escalante (Pérez Companc) aplica flooding químico.
- Diadema y Pampa del Castillo (CAPSA) trabajan con gas EOR.
Estas áreas explican casi el 90% de la producción nacional por recuperación asistida, y permiten mantener la estabilidad de la curva convencional.
Los números detrás del renacer
La recuperación asistida representa el 6,7% del petróleo convencional en el Golfo San Jorge y un 2,1% del total nacional. Aunque las cifras sean menores frente al auge del shale, su impacto es estratégico: sostiene miles de empleos, proveedores e infraestructura vinculada a los campos tradicionales.
En un contexto de expansión de Vaca Muerta, el EOR cumple un rol complementario y estabilizador, asegurando que los yacimientos convencionales sigan aportando energía al sistema nacional.
Tecnología, experiencia y territorio
El avance del EOR es también una historia de innovación argentina. En el Golfo San Jorge, técnicos locales desarrollaron programas piloto de inyección de polímeros y monitoreo digital en tiempo real, exportando conocimiento a otros países de la región.
A nivel global, esta tendencia responde a un principio de eficiencia y sustentabilidad: aprovechar al máximo los campos existentes antes de abrir nuevas perforaciones, reduciendo la huella ambiental y maximizando el uso de infraestructura instalada.
Un equilibrio que sostiene al país
Mientras el shale impulsa las exportaciones y los récords de producción, el EOR garantiza que el corazón del crudo convencional siga latiendo. La combinación entre tecnología, experiencia y territorio mantiene viva una industria que, a más de un siglo del primer pozo argentino, demuestra que el subsuelo aún tiene mucho para dar.
Fuente: Energía360