La odisea de alquilar, la soberbia de las asociaciones de inquilinos y la desidia de la política
¿A quién le sirve la actual Ley de Alquileres? Definitivamente NO a los propietarios y MUCHO MENOS a los inquilinos. Sin embargo las Asociaciones de Inquilinos del país la siguen defendiendo, haciendo caso omiso a la escasez de inmuebles y a un ajuste, que en tiempos inflacionaria, rompe la economía del usuario.
El propietario juega a pérdida. La obligación de tener congelado por un año el precio, con una inflación que corre por encima del 100% provoca el éxodo masivo de inmuebles del mercado de alquileres. En paralelo, aunque los salarios puedan subir en forma “parecida” a la inflación, nunca es de una sola vez y menos coincide con la fecha en la que el aquiler se actualiza y no existe el inquilino que vaya “guardando” la diferencia de la inflación para tener su economía acomodada al momento que llegue la suba.
Con este escenario, el sistema anterior de alquileres, con renovaciones trimestrales o semestrales es cada vez más añorado. Es que, con sus fallas, la realidad es que el inquilino y el propietario pactaban un precio y una actualización. Ambos sabían cuánto iban a pagar y cobrar hasta el final del contrato. El hecho de que éste sea más corto, también ayudaba a realizar las correcciones de valores en menos plazo.
Desde su sanción, la nueva ley, impulsada por el lobby de las asociaciones de Inquilinos y el hambre de la política populista, distorsionó el mercado. Las pocas viviendas que quedan en la oferta se ofrecen a precios siderales.
Hoy quién paga un alquiler de $50.000 pasará a pagar $120.000 con la actualización, pero si fuera alquilarlo por primera vez, no abonaría menos de $150.000 o $180.000. Porqué semejante diferencia? Simple. A sabiendas que el monto del alquiler queda fijo por un año, el propietario busca “cubrirse” lo más posible. ¿Quién pierde? El inquilino.
Un cambio en la ley es URGENTE, sin embargo, la Cámara de Diputados de la Nación, tiene los proyectos y el debate durmiendo el sueño de los justos. Más de 10 millones de argentinos alquilan en el país. Pero su realidad a los que dicen representarlos y se vieron con una cuota de poder y a la política cortoplacista NO LES IMPORTA.