La conflictividad en el puerto de Deseado: un desafío por resolver

La estiba paralizó la operatoria portuaria por un mes. Algo nada nuevo bajo el sol. Este miércoles se logró resolver, pero la medida provocó pérdidas millonarias y revitalizó los antecedentes negativos de los que Puerto Deseado no puede escapar.

Los conflictos gremiales en el puerto de Puerto Deseado no son nuevos ni sorprendentes. La realidad es que la principal terminal portuaria de Santa Cruz, producto de este conflictividad, ha perdido puestos de importancia en el ranking de operatoria. Pasó de ser el líder de los desembarcos langostineros a estar por detrás de Rawson e incluso de Puerto Madryn, dependiendo de la época.

Cuando no es un reclamo de los marineros de aguas profundas, lo es de la flota amarilla, sino de los trabajadores de la estiba. Estos últimos fueron, en esta oportunidad, los que mantuvieron un mes inactivo el puerto. En el medio, “dos buques exportadores de langostino para el año nuevo chino pasaron de largo”, lamentó el diputado por pueblo Carlos Santi, en diálogo con La Opinión Zona Norte.

El legislador fue parte actuante de las reuniones que se sucedieron para tratar de llegar a un acuerdo. Finalmente y tras una extensa reunión que se realizó en la Subsecretaría de Pesca de Nación, se logró la “fumata blanca”.

Ingresamos a las 13 horas y salimos pasada las 20 horas” de este miércoles, señaló Santi y destacó las acciones desplegadas por el titular del área nacional, Carlos Liberman, y el secretario de Pesca de la provincia, Ariel Ivovich

Durante esas largas horas, los representantes del Sindicato de Estibadores y de las cámaras pesqueras lograron firmar el acuerdo. Para ello los trabajadores bajaron sus pretensiones a una cifra más “razonable” y las empresas aceptaron. También el gremio dejó atrás un reclamo que fue parte de lo que trabó la negociación por semanas: reclamaban cobrar descargas que nunca habían realizado. Dejado de lado esto, desde ayer la actividad en el puerto regresó a la normalidad. 

Además de Ariel Ivovich y Carlos Santi, también estuvo presente el diputado nacional y exintendente de la localidad, Gustavo Kaky González. Por el gremio participaron Alejandro Blatt y los paritarios Raúl Quintremil, Reinaldo Rubén y Enrique Gómez. Por las empresas: Luis Claudio, Víctor Lugo, Elbio Delgado e Iván Marín.

El acuerdo

El texto que puso fin al conflicto fue firmado por todos. Consiste en una sola carilla y en él se recuerda que el 11 de julio de este año se firmó un acuerdo salarial. Que en dicho acuerdo se había establecido el compromiso de acordar nuevos aumentos hasta el mes de abril de 2024, si la inflación superaba el 72% prevista en dicha pauta. Por lo que “teniendo la certeza que durante noviembre se superará ese 72%”, se determinó avanzar en un nueva paritaria salarial

De esta forma, en el acta firmada se reconoce “el índice de inflación patagónico” para los básicos desde diciembre de 2023 a abril 2024. Incrementar el básico de diciembre en un 25% respecto del de octubre. Y desde enero aplicar la cláusula gatillo, hasta marzo.

Además se reconoce en forma retroactiva para el básico del mes de noviembre, “el porcentaje que surja de la diferencia entre el acumulado de mayo a noviembre de inflación contra el 72% acordado en julio. Se volverán  a reunir en el mes de abril para discutir la pauta del siguiente año. 

Un tema que también sirvió para destrabar fue la aceptación, por parte de las empresas, de eliminar el medio turno“, que permitía que un estibador trabajara 3 horas en vez de 6. En paralelo, el gremio “garantizará que otorgará para un turno completo una mano mínima de 21 estibadores en la operación de descarga de cada barco tangonero y centollero”. El acta acuerdo deberá ser homologada por el Ministerio de Trabajo

Desembarques

El último informe de desembarques de la Capeca da cuenta que en el mes de octubre cayeron 2% las exportaciones pesqueras argentinas. Pero a su vez, la venta del langostino congelado a bordo se desvalorizó un 20%, producto de una merma constante de precios a nivel internacional.

La contracara en cuestión de demanda la ofrecen las colas de langostino, que aumentaron las exportaciones en un 24%, pero lamentablemente el precio viene cayendo hace meses, registrando aumento en un solo mes del año.

El principal comprador sigue siendo España, que no sólo fijó el precio a la baja, sino que además adquirió un 17% menos que el año pasado. China se ubica en segundo lugar. Creció su demanda en un 18% interanual, pero pagó un 14% menos que en 2022. 

Redaccion

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