Papa Francisco: Reclamos a los gobiernos argentinos y su defensa de una economía con rostro humano

Durante su pontificado, el Papa criticó con fuerza el neoliberalismo, denunció la precarización laboral y pidió una economía al servicio de las personas, no de los mercados. Su visión marcó un fuerte contraste con las políticas ortodoxas implementadas en Argentina.


El fallecido Papa Francisco no solo fue un líder espiritual global, sino también un firme crítico del neoliberalismo y de las desigualdades estructurales en la Argentina. A lo largo de su vida, se pronunció en repetidas ocasiones contra las políticas regresivas, señalando las consecuencias sociales de las decisiones económicas.

En enero de 2023, dijo: “En el año ’55, cuando terminé mi escuela secundaria, el nivel de pobreza era 5%. Hoy está en 52%. ¿Qué pasó? Mala administración, malas políticas”. Y agregó, con tono severo: “La Argentina tiene un nivel de inflación impresionante”.


Críticas al uso represivo del poder

En septiembre de 2024, apuntó directamente contra el accionar del gobierno argentino ante las protestas sociales: “El Gobierno se puso firme: en vez de pagar la justicia social, pagó el gas pimienta”. Para Francisco, esa decisión representaba una clara prioridad por la represión antes que la redistribución justa de recursos.


Promotor de una economía ética y solidaria

Durante su pontificado, Francisco convocó a repensar el sistema económico global desde una perspectiva humanista. Fue el impulsor de la iniciativa “Economía de Francisco”, destinada a fomentar modelos económicos más equitativos y sostenibles. Se rodeó de referentes como Joseph Stiglitz y Mariana Mazzucato, voces críticas del dogma neoliberal.

En un encuentro con Stiglitz y el entonces ministro argentino Martín Guzmán, el Papa advirtió sobre los peligros de una economía donde “los pueblos quedan al servicio de los mercados” y pidió construir una economía social de mercado con visión de futuro.


Una relación cercana con Martín Guzmán

El vínculo entre el Papa y Martín Guzmán fue particularmente estrecho. En abril de 2021, se reunieron en el Vaticano en el contexto de la renegociación de la deuda externa argentina. Más tarde, en noviembre del mismo año, el Papa lo nombró miembro ordinario de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, destacando su integridad moral y conocimientos en economía.

El ex ministro de Economía Martín Guzmán y el Papa Francisco

Incluso ya fuera del cargo, Guzmán fue recibido nuevamente en el Vaticano en 2023, lo que reflejó la confianza personal y política que Francisco depositaba en él.


Críticas al populismo y al liberalismo extremo

En su encíclica Fratelli tutti (2020), Francisco se desmarcó tanto del populismo como del liberalismo económico al servicio de los poderosos. Rechazó el “dogma de fe neoliberal” que plantea que el mercado resuelve todo y exigió una “rehabilitación de la política” que priorice la justicia y el bien común.

En marzo de 2025, ya internado, alertó desde el hospital: “Apoyar una desregulación planetaria neoliberal significa imponer la ley del más fuerte. Es una ley que deshumaniza”.


Lucha contra el trabajo informal y precario

El Papa también denunció con firmeza el trabajo en negro y el abuso del empleo precario, especialmente entre los jóvenes. “La precariedad debe ser transitoria. De lo contrario, genera desconfianza, aleja del sistema de seguridad social y favorece la caída de la natalidad”, advirtió en 2023, ante representantes del Instituto Italiano de Previsión Social (INPS).


Impuestos justos y redistribución de la riqueza

Francisco fue un claro defensor de un sistema tributario progresivo, exigiendo mayores impuestos para los ricos. En septiembre de 2024, durante una reunión de los Movimientos Populares, pidió abiertamente: “Que los ricos compartan sus bienes” y sostuvo que “todos los bienes tienen un destino universal”.

Ya en 2022 había afirmado: “Los impuestos son un signo de legalidad y justicia. Deben favorecer la redistribución de la riqueza, protegiendo la dignidad de los pobres”.

El papa Francisco recién elegido en el Vaticano. 17 de marzo de 2013. REUTERS/Tony Gentile

Transparencia en la Iglesia y rechazo a la corrupción

En línea con su postura ética, el Papa aprobó normas dentro del Vaticano para prohibir inversiones en paraísos fiscales y prevenir conflictos de interés y clientelismo. Fue parte de su esfuerzo por convertir a la Iglesia en un ejemplo de transparencia económica y lucha contra la corrupción.


Un legado económico humanista

Francisco deja una doctrina coherente y firme: una crítica al neoliberalismo, una defensa del trabajo digno, el rechazo a la precarización, y una apuesta por la justicia fiscal y social. Su mensaje, incómodo para muchos sectores de poder, se orientó siempre a poner la economía al servicio del ser humano y no al revés.

Fuente: Infobae

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