Puerto Deseado en crisis: el puerto que dejó de ser motor de la economía
El puerto, clave para la economía de Santa Cruz, enfrenta una crisis terminal. Falta de gestión, conflictos gremiales y ausencia de inversiones lo llevaron al colapso. ¿Hay una salida posible?
Puerto Deseado, ciudad patagónica con una rica historia ligada al comercio marítimo, atraviesa una crisis sin precedentes. Su puerto, que alguna vez fue símbolo de desarrollo y fuente de empleo, hoy se encuentra en estado de abandono. La falta de planificación, los conflictos sindicales y la ausencia de inversiones han convertido a esta terminal en un reflejo del declive productivo de la región.
Lo que podría haber sido un polo estratégico de crecimiento terminó atrapado en disputas políticas, sindicales y empresariales que llevaron a la deslocalización de empresas y la caída drástica del movimiento portuario. “Han ahuyentado al capital, hoy las falsas promesas solo son pasajeras y expresiones de deseos”, advierten fuentes del sector.

Un puerto paralizado por la falta de acuerdos
El puerto de Puerto Deseado es un eslabón clave para la industria pesquera y la economía provincial. Sin embargo, en los últimos años, las medidas de fuerza impulsadas por los sindicatos provocaron la retirada de embarcaciones y el desvío de inversiones. Se estima que al menos 20 barcos dejaron de operar en el puerto debido a conflictos gremiales sin resolución.
“El daño ya está hecho. No es responsabilidad de un solo gobierno o partido, sino de una gestión deficiente y de la falta de visión a largo plazo”, sostienen los empresarios del sector. La crisis laboral y la incertidumbre llevaron a un desplome de la actividad productiva, afectando a cientos de trabajadores y a la cadena de valor pesquera.
Uno de los últimos episodios que grafican la situación ocurrió meses atrás, cuando el Sindicato Único de Estibadores Portuarios Patagónicos (SUEPP) paralizó la descarga del buque portacontenedores Varamo, a pesar de estar en pleno proceso de conciliación obligatoria.
¿Hay solución para Puerto Deseado?
A pesar del panorama desalentador, la recuperación del puerto no es imposible. Para revertir esta situación, es fundamental establecer un marco de previsibilidad que brinde garantías a los inversores y a los trabajadores. “El único camino es el bien común sostenido entre las partes. Brindar servicio las 24 horas sin ser una incógnita a la hora de descargar y armar un pesquero”, afirman referentes del sector.
La clave está en fomentar un nuevo esquema de trabajo basado en la estabilidad y el compromiso. “Hay que volver al trabajo con derechos claros y justos, pero con obligaciones y responsabilidad”, remarcan. La pregunta sigue abierta: ¿será posible reconstruir el puerto y devolverle su protagonismo en la Patagonia?
Fuente: Pescare