Crece la tensión en el conflicto pesquero: el STIA se suma al reclamo del SOMU y denuncian intento de rebaja salarial

Luis Núñez, del gremio alimenticio de Chubut, respaldó a Raúl Durdos del SOMU y rechazó la propuesta empresarial de recortar el salario de producción en un 30%. Buques varados, plantas paralizadas y miles de trabajadores afectados en plena crisis del langostino.

La crisis del sector pesquero en la región patagónica suma un nuevo capítulo con la adhesión del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) al reclamo del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) contra las cámaras empresarias del sector. A horas del vencimiento de la conciliación obligatoria, la tensión crece sin señales de una salida negociada.

El secretario general del STIA Chubut y referente de la CGT del Valle, Luis Emilio Núñez, expresó su respaldo total a Raúl Durdos, líder del SOMU, y cuestionó duramente la propuesta empresarial de reducir en un 30% el salario por producción que perciben los marineros.

Una parálisis que se extiende por meses

La situación ya impacta en toda la cadena productiva del langostino: buques sin salir a pescar, puertos inactivos y plantas procesadoras detenidas desde el 31 de mayo, debido a que el convenio salarial del STIA venció y no se ha fijado una fecha para nuevas negociaciones. En paralelo, gran parte de la flota congeladora lleva más de tres meses en puerto, y algunos barcos tangoneros no operan desde septiembre de 2024, lo que significa que hay marineros que no se embarcan desde hace ocho meses.

Este nivel de inactividad afecta a miles de trabajadores directos e indirectos, y genera un profundo impacto económico en ciudades costeras clave como Puerto Madryn y Puerto Deseado.

Un conflicto sindical que escala

Desde el SOMU, se ha reiterado el rechazo rotundo a cualquier modificación de los convenios colectivos, argumentando que aceptar una rebaja salarial implicaría ceder derechos conquistados y sentar un precedente peligroso. La negativa a revisar la estructura de costos que alegan las empresas es parte de la estrategia gremial para sostener una postura firme de resistencia.

Luis Núñez, en su rol como dirigente de la CGT del Valle, calificó como una “provocación” la propuesta de las cámaras pesqueras, y reclamó la intervención urgente de los gobiernos provincial y nacional para garantizar el cumplimiento de la legislación laboral y evitar un quiebre social en las comunidades pesqueras.

Paro simbólico y amenazas de nacionalización del conflicto

Aunque un eventual paro total tendría un impacto operativo limitado dado el actual nivel de paralización, la intención del SOMU es política y sindical: enviar una señal de cohesión entre gremios marítimos y advertir sobre una posible ampliación del conflicto a escala nacional, si no se alcanzan acuerdos en los próximos días.

Por el momento, la próxima semana será decisiva. La continuidad o no del diálogo entre sindicatos y cámaras podría definir si se reactivan las actividades o si se consolida un escenario de crisis profunda en la pesca patagónica, con consecuencias sociales y económicas de gran alcance.

Fuente: La Opinión Austral

Redaccion

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