El litio se desploma: caen precios, se frenan proyectos y crecen los despidos

La crisis del litio golpea a las mineras y a toda la cadena de valor: los precios se hundieron más de un 90% desde 2022, el consumo por vehículo eléctrico cae en picada y los gigantes del sector recortan personal y producción.

La economía del litio, que supo ser el motor de una prometida revolución verde, enfrenta su peor momento en años. Esta semana, la minera SQM, segunda mayor productora mundial, anunció el despido del 5% de su plantilla en Chile, una señal más de la profunda crisis que atraviesa el sector.

Desde su pico histórico de más de 80.000 dólares por tonelada en noviembre de 2022, el precio del litio cayó estrepitosamente a 8.450 dólares en junio de 2025, una baja superior al 90% en menos de tres años.

Demanda estancada y sobreoferta china

Los analistas apuntan a una demanda de vehículos eléctricos más débil de lo esperado, sumada a una producción que no se detiene, sobre todo en China, donde el apoyo estatal mantiene operativas minas que ya no son rentables.

Esta situación genera una sobreoferta persistente que impide la recuperación del precio. A esto se suma el giro de muchos fabricantes hacia tecnologías de baterías más baratas, como las de fosfato de hierro y litio (LFP), que demandan menos litio y presionan aún más al mercado.

Un desplome en cifras: de 3.200 a 200 dólares por auto

La magnitud de la caída se refleja claramente en los datos. El valor del litio contenido en las baterías de vehículos eléctricos vendidos entre enero y mayo de 2025 fue de 2.150 millones de dólares, mientras que solo en diciembre de 2022 esa cifra había sido de 3.200 millones, pese a que las ventas globales eran menores.

Además, el valor promedio del litio por vehículo pasó de más de 1.900 dólares en diciembre de 2022 a poco más de 200 dólares por unidad en lo que va de este año, marcando un derrumbe dramático de la rentabilidad para los productores.

El níquel supera al litio en las baterías

El litio ya no es el único actor central en la industria de las baterías. En mayo, el consumo mensual de níquel para vehículos eléctricos superó al del litio, a pesar de que el mercado también avanza hacia baterías que no usan níquel. La caída de precios del níquel también contribuyó a este fenómeno, pero evidencia que el litio ha perdido peso en el mix de materiales estratégicos.

Sin recuperación a la vista

El sector adopta una actitud de esperar y ver, mientras los despidos, cierres y recortes de producción se multiplican. En este escenario, la posibilidad de regresar al “boom del litio” parece lejana. La incertidumbre sobre la estabilidad de la demanda y la aparición de potenciales sustitutos tecnológicos mantienen en vilo a toda la industria.

Fuente: Minería & Desarrollo

Redaccion

Portal Informativo Político y Económico de Santa Cruz

Dejá una respuesta