La incertidumbre crece: otra marcha de marineros en Madryn sin respuestas del SOMU

Familiares y trabajadores realizaron una nueva movilización con antorchas ante el estancamiento del conflicto. La flota sigue paralizada, no hay canales de diálogo y crece el malestar contra la conducción del sindicato.

Puerto Madryn volvió a ser escenario de una protesta encabezada por familiares y marineros autoconvocados, en una nueva “marcha de las antorchas” que expuso el hartazgo del sector. El conflicto con la flota langostinera sigue sin solución, y no existen señales de avance en las negociaciones que lleva adelante el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU).

A más de medio año del inicio de la crisis, no hay ingresos para buena parte de los trabajadores y no hay perspectivas claras de que la temporada 2025 pueda ponerse en marcha.

El reclamo: que bajen Durdos y Navarro

El pedido más recurrente durante la movilización fue la presencia inmediata de Raúl Durdos y Juan Navarro, líderes del SOMU a nivel nacional. La base sindical de Madryn exige una asamblea presencial “face to face” con la conducción, ya que ya no confían en las explicaciones de los delegados locales.

“Queremos que nos den la cara y que expliquen qué están haciendo”, expresaron varios participantes durante la manifestación.

Bolsillos vacíos, bronca creciente

La falta de ingresos golpea con fuerza a las familias. Algunos marineros no perciben sueldos desde septiembre de 2024, y quienes siguen en relación de dependencia solo cobran el mínimo garantizado, unos $500.000 mensuales, cuando en condiciones normales podrían facturar eso en un solo día de navegación.

El enojo no solo es con el sector empresarial —al que no se le cede un solo punto— sino también con el inmovilismo del SOMU, que cerró las negociaciones sin presentar un plan alternativo.

Riesgo de temporada perdida

La actividad langostinera nacional está paralizada. Abril, mayo y junio pasaron sin movimientos, y julio comienza sin una sola reunión programada. El sindicato mantiene una postura intransigente de “no a la baja salarial” y no contempla un plan B.

La situación deja a la industria al borde de una temporada completamente perdida en 2025, algo que tendría consecuencias económicas profundas para toda la cadena pesquera.

División sindical, comunidad distante

Mientras tanto, otros gremios como la Asociación de Capitanes firmaron un nuevo esquema de referencia, y los Maquinistas se mostraron abiertos a dialogar. En cambio, el SOMU propone un paro total en toda la pesca argentina, incluso arrastrando a flotas no involucradas en el conflicto actual.

A pesar de las continuas marchas, el respaldo social masivo no termina de manifestarse. Las manifestaciones reciben apoyo esporádico de la comunidad —bocinazos, saludos—, pero no logran convertirse en un reclamo colectivo de mayor alcance.

Fuente: Revista Puerto

Redaccion

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