El lado B del precio sostén para el petróleo
No todos están de acuerdo con el barril criollo. Especialistas, operadoras y refinadoras no integradas advierten que lo que se vende como la “panacea” puede no ser tal. Un precio especial para el crudo loca, sin que se resuelva la demanda “no sirve de nada” afirman. Los más extremistas sostienen que es una medida que busca sólo preservar las cuentas fiscales.
El Gobierno Nacional confirmó que avanzará con un decreto para instaurar un “barril criollo” de 45 dólares. Sería como medida de contención a la drástica caída del precio internacional del crudo. Los gobernadores celebraron, pero para algunos entendidos, esta decisión parece ser más un problema que una solución.
En las últimas semanas, algunos actores políticos de Santa Cruz aseguraron que el barril criollo es una medida acertada y debe traducirse en beneficio para los santacruceños, que el precio sostén es una ganancia para empresas, trabajadores y gobierno.
Pero entre tantas idas y venidas, entre el gobierno, empresas y sindicatos no se explica que el barril criollo es una conversación a futuro. No soluciona la coyuntura actual del sector porque no hay mercado y no habrá hasta dentro de 4 a 6 meses. Es decir se puede producir pero no se vende, ni se utiliza. Entonces se solapan los problemas actuales con una propuesta futura.
Distintas posturas
La conversación actual debe centrarse en “cuidarnos entre todos”. No es útil hablar de las empresas o los trabajadores porque todos estamos insertos en el mismo escenario y es importante avanzar de manera conjunta tanto en las obligaciones como en las responsabilidades para poder proteger a la industria y salir todos adelante.
Si bien desde el gobierno de Santa Cruz se declaró que “era necesario que el Estado Nacional intervenga en una situación que generó pérdidas para provincias como la nuestra. Creemos que un barril a US$ 45 nos va a dar la posibilidad de mantener la paz social”, hay otras posturas que explican la realidad del sector. Entre ellas, referentes de operadoras petroleras confirmaron que “la implementación del barril criollo es una medida positiva, hoy la demanda está limitada y el consumo de las refinerías disminuyó en un 30%. El precio sostén es positivo para aquellas empresas que puedan vender a alguna refinería, y será beneficioso para todas las empresas si la demanda sube”.
De las estas declaraciones se deja ver claramente que por más que se subsidie algo que no se puede vender, no soluciona la coyuntura actual, porque el problema no es el precio sino la falta de consumo. En este mismo sentido, se afirmó desde el sector empresario que “el precio del barril no garantiza estabilidad en la industria a medida que no se pueda colocar el crudo, si no se vende lo que se produce no se invierte.”
Por otra parte, Daniel Roquel, diputado provincial por la UCR, aseguró que” ahora debemos resolver el almacenaje”. Un problema no menor, ya que se puede producir y almacenar el crudo, pero si no se vende, se genera otro inconveniente.
Los gremios
José Llugdar, secretario general del Sindicato de Petroleros Jerárquicos, fue el referente que más declaraciones hizo a medios con el objetivo de aclarar la postura desde el gremio. Respecto a estandarizar un precio de barril destacó “sirve para transitar una etapa, pero debemos ser cuidadosos ya que el Estado sigue subsidiando”, consideró que “la suba del precio internacional del crudo, ese escenario será beneficioso para el país y para todos los argentinos”.
Por otra parte, el Sindicato Petrolero de base de Santa Cruz tomo una postura más solitaria. En todo el país y en todos los sectores, TODOS (autoridades, gremios, empleados) se pusieron de acuerdo para preservar los puestos de trabajo a partir de reducciones de los ingresos o suspensiones de empleados. El único sindicato que no se suma a esa postura es el sindicato que conduce Claudio Vidal.
El paro petrolero que se anunció en las últimas horas demuestra que la propuesta de barril criollo no es suficiente para solucionar los problemas en la actualidad. Hay que buscar alternativas que permitan transitar una etapa en la que el consumo se redujo considerablemente tanto en el mercado interno como externo y lograr que la transición no genere un impacto más negativo que el de la propia pandemia. En esta situación, las decisiones solitarias no colaboran con la responsabilidad en conjunto para afrontar la crisis que sufre la industria de los hidrocarburos.
Pingback: El DNU del Barril Criollo espera la firma de Fernández | Al Sur Noticias