El barril criollo no aparece y las provincias se inquietan

La implementación de un precio sostén al petróleo de consumo interno sigue siendo resistida por parte del Gobierno Nacional. Prefiere que el valor termine siendo un acuerdo de partes. Basado en que el precio del combustible se mantiene en surtidores. Preocupación por las regalías de marzo.

Por Irene Stur

Desde que el precio de petróleo cayó, la discusión en torno a la necesidad de que se fije un valor interno para el barril de crudo tomó forma. Las operadoras fueron las primeras en plantearlo. En paralelo, las provincias, nucleadas en la Organización de Estados Federales Productores de Hidrocarburos (Ofephi), también realizaron su pedido.

Las primeras le plantearon al Gobierno fijar un precio del crudo de entre 45 y 50 dólares, como mínimo. Las provincias señalaron, en una nota dirigida a los ministros de Desarrollo Productivo y de Economía, la necesidad de un barril en torno a los 54 dólares.

Luego de la videconferencia del presidente con la totalidad de los gobernadores del 29 de marzo, comenzó a tomar forma la posibilidad de que el Gobierno fijara un barril criollo en torno a los 46 dólares. Pero esto tampoco se definió.

En tanto, el día 15 de cada mes, las petroleras están obligadas a liquidar las regalías hidrocarburíferas a las provincias. La preocupación de las jurisdicciones es que llegue ese momento y no se haya fijado un precio testigo, por lo que las regalías acabarían liquidándose en torno al valor internacional, que ayer operaba en torno a los 33 dólares.

Un precio testigo

Para el Gobierno Nacional, el valor de venta de los combustibles en surtidores debería servir como testigo para toda la cadena de comercialización. Es que las refinadoras fijaron esos valores a partir de un crudo de entre 47 y 52 dólares el barril (dependiendo de la cuenca y la calidad).
Por lo tanto, si no baja el precio en las estaciones de servicio, por qué debería bajar el precio del crudo que pagan las refinadoras, más allá de lo que pase en el mercado internacional.

Precisamente, la prohibición de importar crudo o combustible, que se produjo apenas el derrumbe del petróleo se profundizó, apunta a esa idea. Pero no todos estarían de acuerdo.

Es que hay petroleras que son productoras y refinadoras a la vez, y su ecuación es diferente a la aquellas que no producen y sólo refinan, y viceversa. No se estaría llegando a un acuerdo que conforme a ambas puntas, puesto que las productoras pretenden un barril que no baje de los 43 dólares y las refinadoras apuntan a pagar no más allá de 37, ya que, recordaron, absorbieron el aumento del ICL (Impuesto a los Combustibles Líquidos) que fue actualizado en marzo, tras varias postergaciones.

En medio de la puja están las provincias, urgidas porque llega la fecha de liquidación. Por lo que las autoridades de aplicación podrían, finalmente, “forzar” el acuerdo, si por “voluntad” no se alcanza, antes del próximo 15 de abril.

Compromiso a futuro

Según publica el portal especializado Econojournal, a cambio de poner un piso al barril criollo, desde el Ministerio de Desarrollo Productivo pretenden un compromiso concreto por parte de las empresas.

Se propondría un esquema de precios que rija por los próximo 60 o 90 días. El mismo podría ser modificado si las condiciones macroeconómicas cambian. A cambio, se pretenden garantías de producción, nivel de actividad y sostenimiento del empleo.

Esto es bien visto por las provincias. Alertadas, por un lado, porque algunas empresas pretenden hacer caso omiso al decreto que prohíbe despidos y suspensiones. Y, además, porque es incierto cómo, luego de la salida de la cuarentena obligatoria, se cristalizará la actividad en los yacimientos. Se teme que la celeridad con la que se bajaron los equipos de perforación no sea la misma que se aplique para subirlos.

Redaccion

Portal Informativo Político y Económico de Santa Cruz

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