Grasso despide a quiénes no quisieron “colaborar” en el marco de la cuarentena

Grasso no deja de despedir gente. Ahora va por la segunda tanda de chicos que trabajan en el SIPEM y el Plan Vereda. Una decena de ellos están recibiendo la notificación de cese laboral. Lo indignante es que todos tienen un mismo factur común: Ninguno respondió a la convocatoria “voluntaria” hecha por Grasso para “hacer campaña de concientización” durante el aislamiento obligatorio.

Pablo Grasso sigue haciendo de las suyas. Y aunque a nivel nacional el propio Gobierno que él defiende prohibió los despidos y suspensiones, el intendente de Río Gallegos mandó, al menos, una decena de notificaciones de cesantía.

Los perjudicados son un chicos que hoy trabajan en el SIPEM. También en el Plan Veredas, plan que el propio Grasso creó hace cuatro años atrás cuando reemplazó a Cantín para ingresar gente en medio de la emergencia.

Por no “colaborar”

Apenas de declaró el aislamiento social obligatorio. El Sistema de Estacionamiento Medido dejó de funcionar y la gente fue enviada, como la mayoría de los vecinos a sus casas.

Pero no pasarían muchos días, hasta que recibieron una inusual convocatoria por parte del jefe del Sipem, Mauricio Andrade. Los invitaba “a quién quiera y en forma voluntaria” a colaborar en las recorridas de “concientización” que organizaba el Municipio.

Esta convocatoria de Andrade, se daba, además, al poco tiempo de que con intermediación del Soem, se había logrado revertir, casi la totalidad de los 22 despidos que intentó en febrero.

Hasta el momento, en esta nueva oleada, suman una decena las desvinculaciones registradas. Y no se descarta que pueda haber más