Aguilera: El Municipio asfixió a Maxia

El secretario general de la UTA asegura que la rescisión del contrato de la empresa es responsabilidad del Municipio. Sostuvo que “aplicó una asfixia” económica y de acoso laboral. “Alguien tendrá algún negocio propio” afirmó.

Muy crítico con la actitud adoptada por la gestión de Pablo Grasso, Rubén Aguilera responsabilizó al Municipio por la situación a la que se llegó con Maxia.

La empresa de transporte urbano decidió rescindir el contrato y así lo expresó en una carta documento. Desde la Comuna afirman que eso fue sorpresivo y definieron una convocatoria a particulares para cubrir la carencia de servicio.

La realidad es que en el mes de enero, Maxia envió una carta documento advirtiendo al Municipio que si no se regularizaba la deuda, avanzarían, tal como lo marca el contrato, en 30 días hábiles más, a rescindir el contrato. “Nunca nos contestaron” indicaron a este portal desde la empresa. Cumplido el plazo y con una deuda que lejos de resolverse se acrecentó llegó la rescisión por parte de Maxia.

Desde la UTA tampoco creen en la “sorpresa” del Municipio. Por el contrario aseguan que es lo que buscaron desde el primer día. “Quién sabe por qué negocio de alguno”, lanzó Rubén Aguilera a los micrófonos de Café y Noticias, por Radio Al Sur.

Aseguró que desde que asumió el nuevo intendente, “se comenzó un proceso de asfixia económica” hacia Maxia. “Antes de eso la empresa era un relojito”, en referencia al cumplimiento de obligaciones para con los trabajadores. En paralelo, la empresa afirmó que en los últimos tres meses, de 12 millones de subsidios pactados por contrato “sólo pagaron 2 millones”, un número insignificante “teniendo en cuenta que hay 80 trabajadores que dependen de eso”.

En alerta

El gremio hoy está en alerta. Envió una nota al Ministerio de Trabajo para señalar que comenzaban trabajo a reglamento y estado de asamblea por la falta de pago de haberes y un ítem que debía ser cancelado el 29 de febrero. Horas después se conoció la decisión de Maxia de disolver su vinculación con el Municipio de Río Gallegos.

Mientras la secretaria de Gobierno, Celina Mansilla y el de Hacienda, Diego Robles, realizaban una conferencia de prensa para expresar su postura ante la carta documento, en paralelo se realizaba la transferencia de fondos a Maxia y el gremio espera que el pago de haberes se concrete en las próximas horas.

Hoy no hay circulación de micros. Pero responde a la medida de fuerza de la UTA y no a la rescisión del contrato. Es que entre la notificación (que fue ayer) hasta la concreción definitiva, aún hay varios pasos a seguir.

Marcelo Spanos, dueño de Maxia, aseguró que “si quieren que nos vayamos, no tenemos problemas, sentémonos a clarificar los números, llegamos a un acuerdo y nos vamos”. Incluso fue más allá, “Si quieren que nos quedemos hasta que llegue una nueva empresa, lo hacemos”. Lo que dejó en claro es que no pueden seguir adelante con una deuda mensual que se acrecienta. A

Hostigamiento permanente

Pero Rubén Aguilera denunció algo más. Afirma que el Municipio desde el cambio de gestión comenzó una acción de hostigamiento hacia la empresa. “Pero no sólo hacia Maxia, también para con los choferes” sostuvo y dijo que “sube un inspector y se coloca detrás del chofer durante todo el recorrido y por todo lo multan”.

Y afirmó que incluso la Comuna asumió actitudes que rayan lo ilegal “nos siguen en autos particulares, cruzan los autos frente al colectivo, cuando no tienen facultad para hacerlo”.

Igualmente advirtió que la convocatoria a vehículos particulares que lanzó el Municipio “es una locura. El boleto es el seguro que tiene el pasajero, quién lo va a cubrir si pasa algún accidente”, lanzó.

Por ahora el gremio esperará los plazos legales, pero anticipan que, de ser necesario, se movilizarán hacia la Comuna, como sucedió en enero. El conflicto recién comienza.

Redaccion

Portal Informativo Político y Económico de Santa Cruz

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