Alicia Kirchner reconoció que un cuarto de la población está bajo emergencia alimentaria

Entre los pocos datos específicos que la gobernadora brindó en su discurso. Habló de la asistencia que se presta desde el Ministerio de Desarrollo Social. “81.602 santacruceños acceden a la seguridad alimentaria”, prestación que se otorga en casos de vulnerabilidad. Esa cifra es casi un cuarto de la población actual de Santa Cruz.

Aunque la gobernadora buscó enfatizar que existe hoy, a nivel presupuestario, una provincia “ordenada” y con “equilibrio fiscal”. De las pocas cifras que ofreció, terminó reconociendo la profundidad de la crisis que se vive en Santa Cruz.

Cuando marzo esté casi culminando, el INDEC dará a conocer las cifras de pobreza en el país. Ahí se sabrán los números de Santa Cruz, aunque sólo refleja lo que sucede en la capital provincial.

Pero no existe ningún indicio de que el mismo retroceda respecto a las mediciones anteriores. Santa Cruz, como el país, está inmersa en una profunda recesión. En paralelo se verifica la destrucción del poder adquisitivo del salario del empleado público, uno de los principales factores de impulso en el consumo. Coincidente con la declaración de emergencia comercial declarada desde hace ya casi dos años.

Esto que es una realidad concreta, se condice con números que brindó la gobernadora en su discurso, aunque evitó hablar tanto de la crisis como del estado de vulnerabilidad de la sociedad.

Al enfatizar la labor del Ministerio de Desarrollo Social. Alicia Kirchner en su discurso señaló que “81.602 santacruceños acceden a la seguridad alimentaria. 26.682 son asistidos de manera directa por situaciones de criticidad social y/o laboral”. Afirmó que la inversión social durante 2018 fue de $596.476.003, un 30% más con respecto a 2017.

Esas cifras, brindadas como un “logro” de gestión, no hacen más que reflejar la profunda crisis que existe en Santa Cruz. Es que “81.602 santacruceños”, no es un número más.

Cifra reveladora

La provincia, de acuerdo a la actualización de la población que anualmente realiza el INDEC cada 1 de julio, tiene estimativamente 347.593 habitantes. En la realidad podrían ser menos ya que el Instituto refleja la proyección del crecimiento vegetativo y no el impacto socioeconómico. Es decir el éxodo que ha sufrido Santa Cruz, en particular los últimos dos años, no se ve reflejado en esa medición. Recién se podrá constatar (o no) en el Censo 2020.

Pero tomando como válida la estimación del INDEC. Los 81.602 santacruceños que acceden a la “seguridad alimentaria”, equivale al 23,4% de la población actual de Santa Cruz.

Un triste logro si se piensa que implica que un cuarto de la población de la provincia está en situación de vulnerabilidad. Una crisis nunca visa en Santa Cruz. Aunque esperable.

No sólo la galopante inflación desatada por políticas económicas erróneas del Gobierno nacional tienen la culpa. En Santa Cruz el incremento del salario promedio del empleado estatal ya sea provincial y/o municipal, no superó (salvo excepciones) el 70% en estos tres años. Mientras que la inflación en igual período duplicó, con creces, ese guarismo.

La gobernadora afirmó en su discurso que su modelo no era de ajuste sino de “esperanza e inclusión”. Pero la realidad muestra que mientras los ingresos aumentaron en Santa Cruz un 149%, los sueldos abonados sólo se incrementaron un 70%. Y si bien es cierto la premisa de que no hubo despidos masivos. No menos real es que un trabajador hoy accede a la mitad de los bienes e insumos que podía afrontar con su sueldo, a fines de 2015.